lunes, 28 de marzo de 2016

La industria del cine y el uso del Big Data


Hoy en día existen sistemas que almacenan y permiten manejar grandes cantidades de datos. La gestión de estos y su posterior análisis para extraer conclusiones conforman el concepto de Big Data.

El envío incesante de información a través de la red junto con el rumbo de las compañías en centrar su actividad en las personas hacen necesaria la introducción de esta tecnología en las empresas. Es una oportunidad de negocio para ellas y una ventaja para la sociedad, ya que el resultado es el desarrollo de productos y servicios a medida, que consiguen satisfacer sus necesidades mejor que nunca.

El uso de estas tecnologías puede estar todavía popularmente asociado a procedimientos propios de empresas tecnológicas, pero está más presente en nuestras vidas de lo que nos imaginamos. Por ejemplo, en el mundo de la cultura se han podido observar grandes avances al respecto en un corto periodo de tiempo. El caso más reciente es el del experimento llevado a cabo por Fox Studios y Lightwave para el último trabajo de Alejandro González Iñárritu, “The Revenant”, que consistió en descubrir durante el pre-estreno de la película las sensaciones que provocaba sobre las personas que la veían, con el objetivo de tomar decisiones en tiempo real respecto al producto que se estaba diseñando.


La tecnología utilizada para saber qué sentían los primeros espectadores de “The Revenant” consistió en unas pulseras que medían distintos aspectos como la temperatura corporal o el ritmo cardíaco. Así, se pudieron establecer las reacciones reales en cada momento de la película y corroborar si lo que se siente es lo mismo que lo que el director busca transmitir. De esta forma es como se consiguió conocer que en quince ocasiones se experimentó una reacción conocida como "Fight-or-flight-response" (sensación psicológica que tienen las personas cuando perciben el miedo hacia la supervivencia y que en situaciones reales es la que da lugar a decidir si luchar, huir o quedarse paralizadas).  Según las pulsaciones del público se pudo establecer el momento más intenso de la película, entre otros muchos datos, para finalmente poder realizar los cambios necesarios en la película y crear las estrategias publicitarias más acordes.

La introducción de esta metodología en aspectos culturales dará lugar cada vez más a una oferta totalmente adaptada a la demanda (se ha probado en productos de Netflix, en plataformas musicales como Spotify y en el mundo del arte y el diseño gráfico). Nuestras necesidades serán satisfechas con una inmediatez que nunca antes se ha visto y ambas partes se verán beneficiadas y en constante retroalimentación. Finalmente esto dará lugar a nuevas necesidades y por consiguiente nuevas oportunidades de negocio, fomentando así el sector cultural en todos los sentidos.

Como ya te habrás imaginado, el Big Data ya está presente hasta en las más pequeñas facetas de nuestras vidas; incluso los supermercados lo utilizan para estudiar qué compramos y dónde pisamos para diseñar sus ofertas o colocar sus productos, y es una realidad a la cual debemos sacar el mejor partido posible.

domingo, 20 de marzo de 2016

El cambio en los últimos años de la industria musical

Que Internet ha cambiado la vida según como se entendía hace apenas una década no es una sorpresa para nadie. Tener toda la información que necesitas a un solo click, hacer compras sin salir de casa, hablar con tus amigos a través de una pantalla e incluso encontrar pareja a través de una página web son cosas que hace unos años serían impensables, pero que son el pan de cada día en pleno 2016.
La industria musical también ha sufrido grandes cambios desde la llegada de Internet, y es que estamos en un momento en el que no saber adaptar la estrategia de marketing de un álbum a los medios que Internet ofrece puede acabar suponiendo el fracaso del mismo. A continuación, analizamos los puntos más resaltables de este cambio:
1.     
     -El streaming, rey de las listas de ventas:

El streaming es, explicado grosso modo, la tecnología que permite reproducir un archivo, ya sea de audio o de vídeo, sin tener que descargarlo previamente. Como claros ejemplos tenemos a Youtube o Spotify, en los cuales puedes ver vídeos y escuchar canciones sin tener que comprarlos ni descargarlos.
En los últimos años no son pocas las personas que han decidido dejar de comprar música para pasar a escucharla directamente online mediante diferentes plataformas.
Teniendo esto en cuenta, sería ridículo pasar por alto que las ventas de un álbum no reflejan de manera exacta la popularidad del mismo, ni la acogida que ha tenido por el público. Las ventas que genera un disco pasan a compartir plano directo con las reproducciones que éste o sus singles tienen en las plataformas donde ha sido colgado.
La RIAA, industria de grabaciones americana, no es ajena a estas nuevas tendencias, por lo que en Enero anunció que las reproducciones de los discos e incluso de las canciones por separado contarán ahora para las certificaciones de los álbumes. 1.500 reproducciones de un tema o reproducciones de un vídeo, equivaldrán a 10 ventas de una canción, que será equivalente a un álbum.
¿Cómo afecta todo esto a los artistas? Tenemos un claro ejemplo esta misma semana: Rihanna vuelve a copar la cima de la lista de discos americana, la aclamada Billboard 200, con su último trabajo “ANTI”, vendiendo 54.000 discos. Pero si nos ponemos a analizar detenidamente las ventas puras del álbum, nos damos cuenta de que el álbum ha vendido 17.000 copias, por lo que la barbadiense sale beneficiada gracias a los cambios de esta nueva norma, posicionándose en la lista por delante de otros cantantes que, si bien han vendido más que ella, no han tenido el mismo desempeño en cuanto a streaming.

2.     -La promoción de los discos ha cambiado:

Sin tener que remontarnos a mucho tiempo atrás, es fácil darse cuenta cómo la promoción llevada a cabo por los cantantes ha cambiado. Entrevistas en programas de máxima audiencia, revistas con imágenes y contenido exclusivo y actuaciones de cada uno de los singles del disco en diferentes medios forman cada vez más parte del pasado para dar paso a encuentros online, cuentas atrás en páginas web que tienen como recompensa nuevo material, anuncios importantes mediante las redes sociales del cantante o grupo en cuestión o rondas de preguntas y respuestas contestadas a través de Twitter.
Todo esto tiene como consecuencia una presencia mucho menor en los medios por parte de los cantantes que se ve compensada con el recibimiento de información y contenido de manera mucho más rápida y directa entre el cantante y el consumidor.

3.     -No todo termina una vez el disco sale a la venta:

Y con esto quiero decir que a pesar de tener el disco entre tus manos (o en tu biblioteca digital), puede que no lo tengas al completo en tu poder.
Kanye West publicó “The life of Pablo” en Febrero, pero a medida que ha ido pasando el tiempo, el rapero ha arreglado dos canciones del propio álbum (“Wolves” llegó a ser modificada hasta dos veces, y “Famous” una) y subido posteriormente a TIDAL, única plataforma de streaming desde la que se puede disfrutar del disco (actualmente el disco no está a la venta). Otro caso donde podemos observar que un disco ha sido puesto a la venta sin estar completo es en “Talk that talk” de Rihanna, donde al adquirirlo, te encontrabas con un interludio de 1:18 de duración llamado “Birthday cake”. Sorpresa se llevaron los fans cuando el día 20 de Febrero, con motivo del cumpleaños de la cantante, se estrenaba una versión alargada de la canción en colaboración con el cantante Chris Brown. Esto abrió un juicio en cuanto a la estrategia de marketing del disco, ¿Es justo poner a la venta un álbum que no está terminado? ¿O por el contrario, no hace más que alargar la vida del mismo y crear un continuo hype alrededor de él?
Sea como sea, lo que está claro es que la nueva manera de consumir música permite a los propios artistas crear estrategias de marketing diferentes con el fin de alargar el interés por el álbum una vez que éste ya ha sido puesto a la venta.


En conclusiónInternet nos ha cambiado la vida y la industria de la música no ha sido ajena a ello. El streaming, las redes sociales y los contenidos exclusivos vía online son los mejores aliados de los artistas en esta era 2.0. Lejos quedan los días en los que corrías a la tienda de discos para poder comprar el último álbum de tu ídolo, los discos vendían miles de copias con facilidad, un single era presentado en diferentes programas para calar hondo entre el público y una revista tenía contenido completamente exclusivo sobre un artista.

martes, 1 de marzo de 2016

¡Bienvenidos a la realidad!

    Camino y caminamos todos los días por un mundo que avanza rápidamente. Somos sujetos que vivimos en una sociedad que nos modela, que nos reclama; y en el momento en que nos detenemos y pensamos (dentro de lo que el tiempo nos permite), no se nos ocurre nada que decir. Parece gracioso que mientras estoy escribiendo estas líneas, fuera
 de esta habitación están ocurriendo tantas cosas, quizás cuántos habrán muerto, cuántos habrán nacido, cuántos ríen o cuántos lloran… No lo sé y tampoco usted, sin embargo, creo que tenemos la seguridad de que están pasando y por lo tanto de que son reales o ¿será que no? Este tipo de paradoja será la tónica al hablar sobre la realidad.
   “La vida está formada por sucesiones de difuntos”, dice Quevedo. Es así como sus palabras retratan su tiempo y el nuestro. Nacemos para morir y a pesar de que todos lo sabemos, seguimos trabajando, comiendo, durmiendo… en resumidas palabras dejamos que el tiempo siga pasando, y es lo natural, así es la vida, me han dicho algunos amigos. Pero qué hay detrás de esos deberes, de las reglas, las ideologías, paradigmas o simplemente de las costumbres que hay que seguir o de lo que vemos todos los días, y es aquí donde parece inevitable chocar de frente con la palabra realidad y la pregunta que surge por antonomasia es: ¿qué es la realidad? Pareciera que todos tenemos algo que decir acerca de ella y al final la única certeza que podemos defender  son nuestras  percepciones sobre lo que es real, porque al final lo que ese hombre, esa mujer, el joven o aquel niño entienden por  realidad hasta cierto grado es igualmente válido. Pareciera que los segundos que ya se han ido o los que están pasando en este mismo instante por más que los expliquemos siempre tendrán matices, por eso siempre llegaremos a la idea que propone Platón en "El mito de la caverna" de una realidad inconclusa e inacabada, una realidad en la que experimentamos algunos salpiques que en apariencia parecen suficientes, porque al final por más talentosos que seamos en contar, en describir, en fotografiar o en filmar esa realidad, siempre parecerá que faltan cosas, ya que lo que estamos haciendo es interpretar y mostrar a otros lo que nosotros entendemos como realidad y no la realidad en su estado puro, porque es imposible.

   Recuerdo una historia en especial: Un grupo de mimos se reúne en una cancha de tenis a jugar un partido, las raquetas y la pelota son imaginarios, pero el público –también de mimos-, sigue el partido como si vieran la pelota y los golpes que le dan con la raqueta. Por casualidad pasa un hombre joven por la calle y ve lo curioso del partido; se acerca, mira al público y a los jugadores, y de a poco comienza a meterse en el juego. En eso, uno de los tenistas da un saque demasiado fuerte y la pelota cae fuera de la reja que cierra el perímetro de la cancha. La pelota supuestamente cae cerca de donde se encontraba ubicado el hombre, los mimos le indican que les tire la pelota de vuelta y el hombre, luego de dudar unos segundos toma la supuesta pelota y se las tira de regreso. Entonces se retoma el partido y todos incluido el hombre que se incorporó al final lo siguen  con la mirada ¿puede llegar a ser eso una realidad? Para ellos sí, ¿y para usted?