Hoy en día existen sistemas que almacenan y permiten manejar grandes
cantidades de datos. La gestión de estos y su posterior análisis para extraer
conclusiones conforman el concepto de Big Data.
El envío incesante de información a través de la red junto con el rumbo de las compañías en centrar su actividad en las personas hacen necesaria la introducción de esta tecnología en las empresas. Es una oportunidad de negocio para ellas y una ventaja para la sociedad, ya que el resultado es el desarrollo de productos y servicios a medida, que consiguen satisfacer sus necesidades mejor que nunca.
El uso de estas tecnologías puede estar todavía popularmente asociado a procedimientos
propios de empresas tecnológicas, pero está más presente en nuestras vidas de lo que
nos imaginamos. Por ejemplo, en el mundo de la cultura se han podido observar
grandes avances al respecto en un corto periodo de tiempo. El caso más reciente
es el del experimento llevado a cabo por Fox Studios y Lightwave para el último
trabajo de Alejandro González Iñárritu, “The
Revenant”, que consistió en descubrir durante el pre-estreno de la
película las sensaciones que provocaba sobre las personas que la veían, con el
objetivo de tomar decisiones en tiempo real respecto al producto que se estaba diseñando.
La tecnología utilizada para saber qué sentían los primeros espectadores de
“The Revenant” consistió en unas
pulseras que medían distintos aspectos como la temperatura corporal o el ritmo
cardíaco. Así, se pudieron establecer las reacciones reales en
cada momento de la película y corroborar si lo que se siente es lo mismo que lo que el
director busca transmitir. De esta forma es como se consiguió conocer que en quince ocasiones se experimentó una reacción conocida como "Fight-or-flight-response" (sensación psicológica que tienen las personas cuando perciben el miedo hacia la supervivencia y que en situaciones reales es la que da lugar a decidir si luchar, huir o quedarse paralizadas). Según las pulsaciones del público se pudo establecer el momento más intenso de la película, entre otros muchos datos, para finalmente poder realizar los cambios necesarios en la película y crear las estrategias publicitarias más acordes.
La introducción de esta metodología en aspectos culturales dará lugar cada vez más a una oferta
totalmente adaptada a la demanda (se ha probado en productos de Netflix, en plataformas musicales como Spotify y en el mundo del arte y el diseño gráfico). Nuestras necesidades serán satisfechas con
una inmediatez que nunca antes se ha visto y ambas partes se verán beneficiadas
y en constante retroalimentación. Finalmente esto dará lugar a nuevas
necesidades y por consiguiente nuevas oportunidades de negocio, fomentando así
el sector cultural en todos los sentidos.
Como ya te habrás imaginado, el Big Data ya está presente hasta en las más pequeñas
facetas de nuestras vidas; incluso los supermercados lo utilizan para estudiar qué compramos y dónde pisamos para diseñar sus ofertas o colocar sus productos, y es una realidad a la cual debemos sacar el mejor
partido posible.



