Que Internet ha cambiado la vida según como se entendía hace apenas una década no es una
sorpresa para nadie. Tener toda la información que necesitas a un solo click,
hacer compras sin salir de casa, hablar con tus amigos a través de una pantalla
e incluso encontrar pareja a través de una página web son cosas que hace unos
años serían impensables, pero que son el pan de cada día en pleno 2016.
La industria
musical también ha sufrido grandes cambios desde la llegada de Internet, y es
que estamos en un momento en el que no saber adaptar la estrategia de marketing
de un álbum a los medios que Internet ofrece puede acabar suponiendo el fracaso
del mismo. A continuación, analizamos los puntos más resaltables de este
cambio:
1.
-El streaming, rey de las listas de
ventas:
El streaming
es, explicado grosso modo, la tecnología que permite reproducir un archivo, ya sea de audio o de
vídeo, sin tener que descargarlo previamente. Como claros ejemplos tenemos a
Youtube o Spotify, en los cuales puedes ver vídeos y escuchar canciones sin tener
que comprarlos ni descargarlos.
En los
últimos años no son pocas las personas que han decidido dejar de comprar música
para pasar a escucharla directamente online mediante diferentes plataformas.
Teniendo
esto en cuenta, sería ridículo pasar por alto que las ventas de un álbum no
reflejan de manera exacta la popularidad del mismo, ni la acogida que ha tenido
por el público. Las ventas que genera un disco pasan a compartir plano directo con
las reproducciones que éste o sus singles tienen en las plataformas donde ha
sido colgado.
La RIAA,
industria de grabaciones americana, no es ajena a estas nuevas tendencias, por
lo que en Enero anunció que las reproducciones de los discos e incluso de las
canciones por separado contarán ahora para las certificaciones de los álbumes.
1.500 reproducciones de un tema o reproducciones de un vídeo, equivaldrán a 10
ventas de una canción, que será equivalente a un álbum.
¿Cómo afecta
todo esto a los artistas? Tenemos un claro ejemplo esta misma semana: Rihanna
vuelve a copar la cima de la lista de discos americana, la aclamada Billboard 200,
con su último trabajo “ANTI”, vendiendo 54.000 discos. Pero si nos ponemos a
analizar detenidamente las ventas puras del álbum, nos damos cuenta de que el
álbum ha vendido 17.000 copias, por lo que la barbadiense sale beneficiada
gracias a los cambios de esta nueva norma, posicionándose en la lista por
delante de otros cantantes que, si bien han vendido más que ella, no han tenido
el mismo desempeño en cuanto a streaming.
2. -La promoción de los discos ha
cambiado:
Sin tener
que remontarnos a mucho tiempo atrás, es fácil darse cuenta cómo la promoción
llevada a cabo por los cantantes ha cambiado. Entrevistas en programas de
máxima audiencia, revistas con imágenes y contenido exclusivo y actuaciones de
cada uno de los singles del disco en diferentes medios forman cada vez más
parte del pasado para dar paso a encuentros online, cuentas atrás en páginas
web que tienen como recompensa nuevo material, anuncios importantes mediante las
redes sociales del cantante o grupo en cuestión o rondas de preguntas y
respuestas contestadas a través de Twitter.
Todo esto
tiene como consecuencia una presencia mucho menor en los medios por parte de
los cantantes que se ve compensada con el recibimiento de información y
contenido de manera mucho más rápida y directa entre el cantante y el
consumidor.
3. -No todo termina una vez el disco sale
a la venta:
Y con esto
quiero decir que a pesar de tener el disco entre tus manos (o en tu biblioteca
digital), puede que no lo tengas al completo en tu poder.
Kanye West publicó
“The life of Pablo” en Febrero, pero a medida que ha ido pasando el tiempo, el
rapero ha arreglado dos canciones del propio álbum (“Wolves” llegó a ser
modificada hasta dos veces, y “Famous” una) y subido posteriormente a TIDAL,
única plataforma de streaming desde la que se puede disfrutar del disco
(actualmente el disco no está a la venta). Otro caso donde podemos observar que
un disco ha sido puesto a la venta sin estar completo es en “Talk that talk” de
Rihanna, donde al adquirirlo, te encontrabas con un interludio de 1:18 de
duración llamado “Birthday cake”. Sorpresa se llevaron los fans cuando el día 20
de Febrero, con motivo del cumpleaños de la cantante, se estrenaba una versión alargada
de la canción en colaboración con el cantante Chris Brown. Esto abrió un juicio
en cuanto a la estrategia de marketing del disco, ¿Es justo poner a la venta un
álbum que no está terminado? ¿O por el contrario, no hace más que alargar la
vida del mismo y crear un continuo hype alrededor de él?
Sea como
sea, lo que está claro es que la nueva manera de consumir música permite a los
propios artistas crear estrategias de marketing diferentes con el fin de
alargar el interés por el álbum una vez que éste ya ha sido puesto a la venta.
En
conclusión, Internet nos ha cambiado la vida y la industria de la música no ha
sido ajena a ello. El streaming, las redes sociales y los contenidos exclusivos
vía online son los mejores aliados de los artistas en esta era 2.0. Lejos
quedan los días en los que corrías a la tienda de discos para poder comprar el
último álbum de tu ídolo, los discos vendían miles de copias con facilidad, un
single era presentado en diferentes programas para calar hondo entre el público
y una revista tenía contenido completamente exclusivo sobre un artista.