martes, 16 de febrero de 2016

Black Mirror: "cuando la ficción refleja nuestra realidad"

Los productos cinematográficos y televisivos que hacen alusión a los avances de las nuevas tecnologías son cada vez más comunes, pero la ya conocida antología de Charlie Brooker, “Black Mirror”, va mucho más allá. Se trata, para los que aún no han tenido el placer de disfrutarla, de una serie de historias independientes entre sí, que se desarrollan en distintos lugares y momentos. Sus capítulos sólo están conectados por un mismo concepto, y este no es una alabanza ni una crítica a las nuevas tecnologías, ni un reflejo de cómo han cambiado nuestras vidas para bien o para mal, sino que trata de mostrar al mundo cómo puede afectar la forma en la que nosotros hacemos uso de dichas tecnologías.

El cambio experimentado en nuestras vidas en las últimas décadas es evidente, pero hace falta sumergirse en la idea de cómo abarca nuestra sociedad dichos cambios. El desarrollo de todo esto se ve reflejado en los distintos capítulos, con historias como la que más ha calado hondo en los telespectadores: aquella en que los habitantes del planeta tienen implantado un dispositivo que graba absolutamente todo lo que hacen, teniendo estos la posibilidad de ver de nuevo cada uno todos los momentos de su vida. ¿Se trata de una temática atractiva para televisión? Sí, pero no se está buscando simplemente entretener al espectador. En esta historia se explora a su vez la intromisión en la privacidad de la sociedad y la pérdida de humanidad en la forma de vivir y en las relaciones sociales (si lo pensamos bien, estos personajes pierden hasta la capacidad de olvidar…). Éste y el resto de capítulos nos dejan perplejos con situaciones que se están dando, que se pueden dar en la actualidad, que son inminentes o que vemos mucho más lejos de la realidad, pero que exploran conceptos sociales que deberíamos plantearnos ya. Y es que, según Brooker  “cada episodio tiene un tono diferente, pero todos son acerca de la forma en que vivimos ahora y la forma en que podríamos estar viviendo en 10 minutos si somos torpes”. Es decir, es un ejercicio de reflexión, y una llamada al cambio.

Por el momento, nos conformamos con siete grandes capítulos. Pero, según Charlie Brooker, próximamente podremos disfrutar de una nueva entrega con doce más.

Para los que ya conocían “Black Mirror”, nunca defrauda volver a echar un vistazo a estas ideas, ya que el objetivo principal no es el de llegar a un público al que simplemente le guste la televisión, sino dar lugar a quebraderos de cabeza. Para los que no, se trata de la ficción más real que puedan imaginarse, por lo que es un delito ignorarla.

 

“Si existiese un móvil que se pudiese recargar únicamente renunciando a diez minutos de nuestra vida, habría gente que sin duda lo haría”.
Charlie Brooker.


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